¿También desaparecerán agentes, mps, jueces, magistrados y ministros corruptos?

ENTRE las 10 medidas que propuso el presidente de la República, ENRIQUE PEÑA NIETO, en el problema más álgido que es la inseguridad y corrupción, figura la desaparición de las policías municipales para ser sustituidas por policías estatales.

Sinceramente no veo diferencia alguna entre los satanizados municipales y los “mejorales” estatales.

Como de costumbre, el hilo se rompe por lo más delgado y eso me recuerda cuando desaparecieron la Policía Judicial Federal (PJF) por corrupta y luego a su sustituto, la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), por la misma razón y después a la Policía Federal Preventiva (PFP) por la misma causa.

Ahora se llama Agencia de Investigación Criminal (AIC), pero la situación es la misma.

Cambio de nombre y forma, pero jamás de fondo.

Según la óptica de los “arregladores” del país, con la creación del Mando Unico Policíaco las cosas cambiarán diametralmente.

Pero…¿Y la aplicación, procuración e impartición de justicia?

Porque pareciera que los únicos malos son los policías municipales.

¿Alguna vez ha tenido que pisar una agencia del Ministerio Público?

Si ya lo tuvo que hacer, le aseguro que ni siquiera como demandante ha salido satisfecho (a), menos aún como acusado.

Ese ente que, legalmente, es monopolizador, eso sí, “de buena fe”, de la procuración de justicia, en la inmensa mayoría de los casos resulta detestable, pues revictimiza a la víctima y en muchos de los casos, invierten los papeles, de tal suerte que el acusador pasa a ser acusado.

No olvidemos a los funcionarios de agencias en delitos sexuales que se solazan en interrogar a la víctima para que diga cómo fue que la ultrajaron, con lujo de detalles o aquél estúpido MP que en caso del secuestro de alguna jovencita sugiere a los padres que, “seguramente se fue con el novio”.

Le aseguro, dilecto lector, que el 90 por ciento de los afectados por algún ilícito, prefieren no presentar su denuncia nada más por el sólo hecho de no tener que lidiar con el temido y maquiavélico “MP”.

¿Y qué me dice de los jueces cívicos? aquellos que bajo su criterio, difícilmente apegado a la ley, imponen o quitan arrestos y multas a su arbitrio?

Desde luego, son los que menos daño hacen, por la limitación de sus funciones, pero en el caso de los jueces penales las consecuencias muchas veces son irreparables y si no ahí está el clásico, “usted perdone”, en el mejor de los casos, después de años y años de cárcel.

¿Y los magistrados y hasta ministros? porque también hay corruptos y abusadores, verbigracia: INFANTE, ZAMUDIO, DIAZ, GONGORA y muchos otros.

¡Ah! me olvidaba de los carceleros, desde los de más alto nivel hasta los celadores más modestos, que también tienen lo suyo y que contribuyen definitivamente a que el delincuente en ciernes se convierta en un consumado maestro del crimen, dentro de prisión.

Entonces, no me digan que al desaparecer a los policías municipales ya se arregló todo, pues falta “lo mero principal”, como dirían en mi pueblo.

Y no se tienen que quebrar la cabeza ni devanarse los sesos para hallar una solución: simple y llanamente tienen que aplicar la ley.

Y debe de aplicarse de la misma manera que cuando enganchan su auto y no hay poder humano para que se lo devuelvan, lo tiene que sacar del corralón.

También cuando lo “pesca” el alcoholímetro y nadie lo va a salvar de ir a “El Torito” a cumplir su arresto.

¿Se imagina que pasaría si ocurriera lo mismo cuando atrapan a un servidor corrupto, del tamaño que fuera?

¿Qué de veras lo castigaran sin que de nada valieran relaciones, poder, recomendaciones, compadrazgos, fortunas, posiciones, pero que se volviera costumbre, como ya se hizo el que quede impune?

Ese día realmente se recuperaría la confianza de la ciudadanía y el presidente de la República, podría ufanarse de haber cumplido algo que no firmó.***EL CAMINO HACIA EL INFIERNO ESTA EMPEDRADO DE BUENAS INTENCIONES.***AU REVOIR.
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