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¿Que es proxemia o como se define?


El espacio que rodea nuestro cuerpo

¿Que es proxemia o como se define?
Agosto 04, 2014 14:13 hrs.
Medio ambiente ›
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La Proxemia, es el uso que hacemos de nuestro espacio personal, el espacio que rodea nuestro cuerpo.

Esta distancia entre personas, no es aceptada por igual para todo el mundo. Cuando sentimos que alguien invade nuestro espacio físico, nos sentimos incómodos y algunas personas comienzan a sentir agresividad.

Lo mismo sucede según sea la cultura de los diferentes países. En Estados Unidos y en los países árabes se tiende a mantener una distancia más corta. En los países europeos la distancia es un término medio y en los países asiáticos la distancia de separación es mayor para no incomodar a la persona que tengamos enfrente.

Este espacio personal se podría dividir en cuatro zonas, las cuales marcan la distancia consentida según sea nuestro grado de intimidad con la otra persona:

1ª Zona: Distancia íntima privada. Esta distancia es la que mantienen las parejas en una conversación (hasta 45 cm).

La gestión del espacio interpersonal es un tema que tiene mucha más importancia de la que a priori puede parecernos, porque si no sabemos interpretar bien los límites del espacio personal, podemos hacer que alguien se sienta incómodo y violent0, porque pensará que hemos invadido su intimidad.

NO SON LOS MISMO LÍMITES

Cuando hablamos de distancias en espacio personal, no todos tenemos los mismos límites. Existen diferencias culturales y personales. Así, en los países nórdicos se consideran necesarias distancias más grandes a la hora de por ejemplo saludar a una persona (de ahí su fama de personas frías), mientras que en el sur de Europa y países latinos la distancia interpersonal es más corta.

Además, puede que lo que tú consideres un espacio adecuado, otra persona de tu misma cultura lo considere totalmente inaceptable, por lo que tendremos que estar siempre atentos a las señales de alarma que puedan indicarnos que hemos sobrepasado el límite. De hecho las personas extrovertidas necesitan menos espacio que las introvertidas.

Entre sexos también existen diferencias. Las mujeres suelen tolerar mejor la invasión de su espacio íntimo, aunque se sienten violentas si lo hace un hombre, interpretándolo como algo de connotación sexual.

CUIDADO

Resulta curioso cómo nos colocamos cuando estamos en una cola, en una sala de espera o incluso en un urinario, de forma que como si fuéramos un gas, vamos separándonos y distribuyéndonos para llenar todo el espacio disponible. Se han hecho estudios sobre cómo ocupamos los urinarios en función de si hay o no gente y también de cómo nos condiciona orinar en función de si nos invaden o no nuestro espacio personal (seguro que la próxima vez que vayas al servicio en un centro comercial pensarás en esto… :-)).

El espacio personal y la distancia mínima de seguridad

Dependiendo del contexto social en el que nos movamos, podríamos hablar de varios tipos de categorías, que serían como la distancia mínima de seguridad que deberíamos mantener en función de las circunstancias en las que nos encontremos. Así tendremos:

Distancia íntima: 15-45 cms. Es la más corta y reservada por nosotros para los VIP, nuestra pareja, familiares y amigos íntimos. Solo ellos tienen el privilegio de entrar en el círculo sin que nos sintamos incómodos. Aún así este intervalo de espacio es variable, así que habrá que ver cuál es el que tiene cada uno.
Distancia personal: 46-120cms. Es el espacio habitual que tenemos cuando nos relacionamos con los demás cara a cara y mantenemos una conversación. También varía en función de culturas y personas, por lo que habrá que ajustarlo según las circunstancias.
Distancia social:120-350cms. La reservamos para la gente con la que no tenemos una relación directa: dependientes, empleados, etc.
Distancia pública: más de 350cms. Es la que usamos para dirigirnos a grupos en charlas y conferencias.


Hay ciertas excepciones en las que toleramos una invasión de nuestro espacio íntimo: cuando vamos en el metro, en un ascensor, un concierto,etc., estamos como latas en sardinas y sin embargo no nos sentimos agobiados (aunque a veces tampoco cómodos). La forma que tenemos de manejarlo es poniendo cara de póker, mirando el móvil o desviando la mirada hacia otro lado, como diciendo… “no estoy aquí” ó “”en realidad estoy solo”…

Cuando alguien invade nuestro espacio íntimo saltan nuestras alarmas y se dispara la secreción de adrenalina, aumentándonos el pulso, sudoración y cambiando nuestro comportamiento. Inconscientemente nos pondremos en situación de alerta y puede que intentemos retroceder para restaurar la distancia de seguridad.



Poco a poco se van conociendo las bases neuronales que gestionan nuestro espacio personal y hacen que nos encontremos más o menos a gusto a una determinada distancia. Parece que la amígdala cerebral juega un papel importante en la gestión del espacio. Personas con lesiones a este nivel, se encuentran cómodas hablando con personas incluso aunque no haya ningún espacio de separación entre ellos.



Las Claves en la gestión del espacio interpersonal

Como cualquier otra habilidad, bien entrenada puede dar un plus importante a nuestras relaciones. Y combinada con otras como el poder de la mirada, puede constituir una herramienta muy potente que mejore nuestra relación con los demás.



Los grandes líderes, son auténticos maestros de este tipo de artes. Parece que siempre están en el sitio correcto con la actitud y posición adecuada, de manera que todo fluye de forma natural y en condiciones óptimas.

Uno de los líderes que mejor gestión hace de su lenguaje verbal y corporal es Bill Clinton. Con su mirada, es capaz de hacerte sentir único cuando se dirige a ti y a través de su posición y acercamiento es capaz de ganarse en un segundo tu confianza. Incluso en sus discursos, es capaz de convertir una distancia pública en una personal, acercándose a sus oyentes y creando con ellos una conexión de cercanía.

Para finalizar, vamos a ver cómo podemos mejorar nuestra gestión del espacio corporal:

Debemos ser conscientes del tipo de relación existente y cual es la que pretendemos conseguir, para adecuar el espacio a esa ocasión.
Hay que ser más cuidadosos cuanto menor es la distancia. En un espacio íntimo, unos centímetros pueden marcar la diferencia entre confianza e intimidación, por lo que tenemos que ser muy cautos a este nivel.
Detectar las señales de alarma cuanto antes mejor. A la menor señal de que estamos transgrediendo el límite, retrocederemos y reacomodaremos nuestra postura.
Allá donde fueres haz lo que vieres. Si estamos en otro país o con gente de otras culturas, no hay mejor señal de respeto que adecuarnos a sus costumbres, por lo que deberíamos fijarnos en cómo se relacionan entre ellos antes de acercarnos. Y si no, dejar que sean ellos los que fijen el espacio.
Experimentar hasta dar con el espacio en el que más cómodos nos encontremos sin violar la intimidad. Esta es quizás la regla universal, porque cada persona es un mundo y lo que para una es un espacio aceptable, para otra no lo es en absoluto.


Las relaciones sean del tipo que sean, son un cortejo en el que las personas bailan al son de sus neuronas espejo, para sincronizarse. Por eso es importante que probemos distintas distancias hasta dar con aquella en la que ambos estemos más cómodos.



Y tu…¿Qúe tal te manejas en las distancias cortas?



2ª Zona: Distancia personal. Es la distancia entre personas que se conocen y tienen confianza. Distancia utilizada con compañeros de trabajo y amigos, reuniones de trabajo o en las fiestas (entre 45 y 120 cm).

3ª Zona: Distancia social. Distancia correcta entre jefes y empleados (120-360 cm).
Normalmente las mesas de los jefes ya acostumbran a ser lo suficientemente anchas para mantener este espacio personal. Esta distancia la utilizaremos en conversaciones que sean formales.

4ª Zona: Distancia Pública. Distancia utilizada en discursos (más de 360 cm).

La proxemia es una parte fundamental de la Comunicación no Verbal que utilizamos a diario y que si no la empleamos correctamente puede hacer que nuestra próxima reunión de negocios sea un desastre. Junto con la proxemia habría que tener en cuenta otros detalles como es el lenguaje de nuestro cuerpo y los mensajes que emitimos a través de las posturas que adoptamos.

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