Gregorio Ortega Molina/ | todotexcoco.com

Oceanografía-Pemex, la corrupción


almomento.mx

Oceanografía-Pemex, la corrupción
Junio 30, 2014 09:33 hrs.
Periodismo ›
Gregorio Ortega Molina/ › todotexcoco.com

Hay un problema de percepción, y nadie ofrece una respuesta creíble. ¿Cómo debe medirse la corrupción; qué tanto afecta en el comportamiento de la sociedad y en su relación con el gobierno, y cuánto debe su crecimiento a la garantía de impunidad?

El razonamiento de los delincuentes de cuello blanco es lógico: hay que robar mucho, para después tener el suficiente dinero para comprar la libertad, pagar la impunidad, disfrazarse de honorables y dignos en medio de tanta porquería, porque, a fin de cuentas, lo que importa, lo que trasciende, es la imagen, lo demás a nadie le preocupa, o no debe preocuparle.

Enteran a los mexicanos, como dato cultural y para su propia satisfacción, para que vean que el quehacer político cambia y nada más les dejan ir de la empuñadura hacia la mitad de la espada, que sólo el 50 por ciento de los 83 contratos entre Pemex y Oceanografía presenta irregularidades. Sí, leyeron bien. ¿Es mucha o poca corrupción?

Advirtieron al país, durante la campaña política de 2012, que era el momento de mover a México, que los astros permanecerían alineados y, al desplazarse las preferencias de los inversionistas a otras zonas geográficas para sustituir al BRIC, el sexenio que hoy se padece equivaldría al mexican moment.

Pero los mexicanos se comportan como auténticos, verdaderos irredentos, y nada los contenta, ni siquiera el regreso del PRI al poder, su manera de hacer política y poner orden, porque ellos sí saben cómo hacerlo, y para que ni duda quede, a la corrupción heredada de los panistas responden con la impunidad, con ese cuento de qué tanto es tantito, si sólo la mitad de los contratos entre Oceanografía y Pemex presenta irregularidades; así, los supuestos culpables se convierten, por voluntad política, en certificados inocentes.

Mi gurú literario hace un recuento de la trascendencia de El coronel Chabert, para que los descuidados lectores comprendamos que “No es sólo que las cosas sigan siendo como las describió entonces o quizá peor, pregúntale a cualquier abogado. El número de crímenes impunes supera con creces el de los castigados; del de los ignorados y ocultos ya no hablemos, por fuerza ha de ser infinitamente mayor que el de los conocidos y registrados. En realidad es natural que sea Derville, no Chabert, el encargado de hablar de los horrores del mundo”.

Así se mueve México, con cada paso reinicia el oficio de las exequias de las ilusiones creadas por el discurso de los gobernantes.

Ver más


Oceanografía-Pemex, la corrupción

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.